Prepararse para el futuro

El campo de la tecnología avanza muy rápido y lo que hoy tenemos como una interfaz puede cambiar el día de mañana, las funciones que usamos hoy pueden volverse obsoletas al siguiente mes, o inclusive el lenguaje de programación que usamos puede dejar de ser útil. Ante esta situación enseñamos a los participantes de nuestros cursos la lógica general con la que funcionan las herramientas. En el corazón de la programación los conceptos básicos se mantienen a pesar del rápido avance de la tecnología.

Los cursos que damos en ixpantia tienen como fin ayudar a los miembros de una organización a alzar la vista y mirar el panorama. Es importante visualizar el camino hacia dónde se dirigen y no concentrarse únicamente en detalles que a la postre no permitirían a los participantes avanzar en los proyectos de su día a día o peor aún, no los prepararían para trabajar en equipo. Por ende, en nuestros cursos hacemos un énfasis muy fuerte en la forma en que se debe pensar para buscar una solución a un problema que involucra datos. Si logramos inculcar esta forma de pensar, estamos seguros que los participantes podrán afrontar los cambios sin mayores inconvenientes.

El aprendizaje para el futuro en la práctica

¿Qué significa prepararse para el futuro en la práctica de nuestros cursos? Lo primero es que buscamos ir más allá de sólo ver todos los pormenores de - por ejemplo - una función. Siempre explicamos la lógica del uso de la función, indicamos dónde se puede encontrar documentación de la función, y discutimos cómo atacar los potenciales problemas que podríamos tener al usarla. Claro está que si durante el curso (o fuera del horario de la sesión) un participante encuentra un pormenor que le impide avanzar en la ejecución de sus tareas, siempre estamos dispuestos a ayudar para encontrar una solución. Además, no solamente damos la respuesta sino que mostramos los pasos que seguimos para dar con la solución. En ixpantia sabemos que lo valioso es aprender la lógica detrás del uso de un lenguaje de programación.

Las interfaces y sus botones como las conocemos hoy en día están en constante cambio, y según mi percepción, ese cambio es mayor en el mundo del software libre (más usuarios, más desarrolladores aportando con ideas para mejorar). Por esta razón, en los cursos de ixpantia no ponemos mucho énfasis en dónde está ubicado cierto botón en una interfaz para realizar una acción. En su lugar, nos abocamos a enseñar que los botones de una interfaz nos pueden ayudar en nuestro flujo de trabajo si algo se nos olvida, pero enseñamos a realizar la acción utilizando código, a la vez que señalamos el sentido de aprender a hacerlo a través de este método. Nuestra forma de enseñanza permite que se deje de memorizar un procedimiento de principio a fin y pasemos a aprender a pensar con el final en mente: el porqué de la utilidad de la acción que voy a realizar.

Al adoptar esta forma de pensar, nos damos cuenta que para ejecutar una misma acción tenemos muchas opciones para realizarla. Esto beneficiará a los participantes de nuestros cursos porque los hará más ágiles y con más alternativas para resolver los retos técnicos a pesar de que estos se presenten en distintas formas.

Una nueva forma de aprender

En algunos equipos esta forma de trabajar y aprender es percibida como diferente. Se requiere un esfuerzo de los participantes para acoplarse a esta forma didáctica. En muchos casos, los participantes de nuestros cursos han sido formados bajo sistemas educativos donde memorizar palabras y pasos de procedimientos son lo necesario para lograr pasar pruebas y exámenes. Se busca que el estudiante pueda repetir lo que estaba en el libro, sin poner atención en el desarrollo de la creatividad para resolver problemas. Este mismo paradigma está presente en muchos de los recursos disponibles en línea para aprender a programar: vea el ejemplo y repita lo mismo en un ejercicio.

En ixpantia sabemos con base en nuestra experiencia que el modelo de memorizar y repetir no es práctico para enfrentar los retos del mundo de ciencia de datos, y por ello lo hemos dejado atrás. Pero a veces parece que la palabra “curso” trae esta forma de actuar otra vez al presente. El problema es que como instructores sabemos que es prácticamente imposible tan siquiera compilar material que tenga soluciones a todos los problemas. Aún si lo lográramos compilar y poner a disposición de los participantes, que a veces lo esperan así, sabemos que pronto habrán nuevas herramientas o metodologías que permitirán ejecutar la misma tarea de mejor manera. Por eso, en ixpantia no buscamos dar todas las soluciones, en su lugar buscamos abrir un camino a través del cual los participantes puedan seguir aprendiendo y poniendo en práctica la fabulosa colección de información que existe disponible en línea gracias a la comunidad.

Hoy en día poder memorizar no es lo que más ayuda a tener éxito en el análisis avanzado de datos. Más bien necesitamos estar en capacidad de cuestionar y pensar en soluciones para una gran diversidad de problemas que existen. Por ejemplo, debemos poder navegar en el océano de información que nos devuelve una búsqueda en Internet sobre algún reto puntual. Inculcamos en los participantes la habilidad de reconocer cuál información es útil y relevante para tomar acción ante lo que tenemos al frente.

Aportar a la gestión el cambio

Lograr que en equipos tengamos personas que estén enfocadas en buscar nuevas formas de resolver problemas no es fácil. En muchos casos, antes de lograr motivar a un profesional a investigar y experimentar, primero se requiere un cambio en la cultura de una organización. En particular, se requiere una cultura donde no saber algo sea permitido. En las sesiones de los cursos de ixpantia no nos da miedo responder una pregunta de un participante con un “no sé”. Queremos dejar muy claro y evidenciar que tener una mentalidad abierta a aceptar que “no tengo la respuesta” es parte del día a día en ciencia de datos. A veces conlleva a que en plena sesión abramos la documentación o inclusive abrimos el buscador de Google para encontrar la respuesta.

Partir con la filosofía de que no lo sabemos todo, abre la puerta para que cada uno proponga soluciones y que en equipo con diferentes puntos de vista y experiencias podamos discernir qué aplica mejor para darle una solución al problema que tenemos al frente. De forma similar, también incentivamos a que no tomemos por verdad absoluta todo lo que dice o escribe una persona “experta” en algún tema. Buscamos validar críticamente si la solución propuesta por la persona experta, sea ella de nuestra organización o no, aplica para cualquier caso y si es la mejor solución para nuestro reto en particular. Fomentamos una cultura de “dar y recibir feedback”, sin importar jerarquías, como parte del formato de los cursos. Se vale y hasta agradecemos cuando se cuestiona lo que proponemos como instructores. Así aprendemos todos a ser críticos en un contexto constructivo dentro de un marco de mejora continua y no de criticar por criticar.

Conocimiento organizacional

Personalmente, la mayor satisfacción que tengo como instructor de cursos en ixpantia es ver cómo se transforman los equipos de trabajo de nuestros clientes. Es muy grato ver como cada vez más interactúan y debaten entre ellos para buscar soluciones. Gradualmente ningún participante busca posicionarse como un “sabelotodo”, sino que los participantes se ven a sí mismos como personas que pueden aportar desde lo que saben al conocimiento grupal. Y justo en este punto entra otro tema: conocimiento organizacional.

¿Les ha sucedido alguna vez que un miembro del equipo se va y a la vez se va cierto conocimiento que solo esa persona tenía? Pues bueno, también inculcamos en nuestros cursos cómo mitigar este riesgo. ¿Cómo gestionar la información o el conocimiento? Este tema viene mucho por el lado de lo que conocemos como DataOps y cómo adoptamos en nuestro flujo de trabajo buenas prácticas de documentación. Enseñamos cómo documentar no sólo la lista de tareas pendientes (el backlog en algunas metodologías), sino también el cómo se solucionó un problema en específico. Entre las mejores prácticas para el desarrollo y despliegue iterativo de productos de datos que compartimos están el manejo de sus repositorios y las versiones del código, la adopción de un estilo de código, las convenciones para conectarse a las bases de datos, o inclusive estándares para usar git, paquetes y otras herramientas.

Al principio parece tedioso tener que anotar todo. Pero más adelante, cuando nuestros proyectos crecen, necesitamos que casi tengan vida propia y no dependan de una sola persona para seguir madurando y añadiendo valor a la organización.

La documentación y la historia de cambios ayudan no solamente a que podamos avanzar como equipo y personalmente, sino que nos ahorran tiempo cuando nos enfrentamos a un problema que aparece pocas veces pero cuya solución invertimos tiempo encontrándola. Esa inversión de tiempo para un problema específico la queremos hacer una única vez. Si hoy invertí tiempo buscando como hacer una unión de tablas, al siguiente mes no quiero volver a invertir un tiempo similar encontrando de nuevo la solución. Es más, no quiero que nadie más de mi equipo invierta tiempo buscando desde cero la solución. Preferiblemente tenemos un banco de documentación que nos permitirá encontrar de manera ágil mis anotaciones y las de mi equipo de la primera vez que encontramos la solución a cualquier problema que tengamos de nuevo entre manos.

El valor de la documentación va más allá de nuestro equipo o mi “yo del futuro”. Será útil para cuando ingresen nuevos miembros al proyecto también. Ellos no sólo tendrán acceso a las soluciones, sino que a través de la documentación, donde hemos dejado plasmada la historia y evolución de nuestros desarrollos, también podrán conocer las mejores prácticas que la organización ha adoptado. De manera similar, si un miembro deja el equipo, la documentación ayudará a saber el estado de sus tareas, las herramientas que estaba utilizando y más importante aún, no perder el código en su poder pues el mismo fue quedando desde el primer día respaldado en el entorno de trabajo del equipo.

Al preparar a nuestros estudiantes para trabajar con las herramientas del futuro, al inducirles nuevas formas de aprender, al impulsar cambios de cultura en los equipos con los que trabajamos, y al enseñarles a operar aplicando las mejores prácticas en ciencia de datos que impulsan la productividad y escalabilidad del trabajo; así es como en ixpantia logramos formar equipos de profesionales de datos. Un atributo distintivo de un buen profesional en el mundo de la ciencia de datos es que logra desarrollar sus productos de datos de tal manera que puedan ser compartidos de una manera fluida. Es capaz de comunicarse a través de su código, a través de su documentación, y por supuesto verbalmente también. Si bien el temario de nuestros cursos muchas veces se enfoca en aprender algunas cosas técnicas, lo cierto es que en todos nuestros cursos encontrarán que de manera transversal enseñamos a trabajar en equipo, enseñamos a ser un equipo innovador en ciencia de datos (y sí, se van a encontrar con git, pero de la manera más amable posible).