Trabajando remoto en Costa Rica
Trabajar remoto en Costa Rica: El caso de ixpantia
La idea de este blog surge en un bus Blue Bird viejo con destino a Gamboa, Panamá. Con mi computadora en el bulto, mis audífonos amarillos y mi cuaderno de apuntes me dirigía al apartamento de mi novia, luego de trabajar durante el día en el co-working de la Ciudad del Saber.
Justo en esos paisajes de casas sin rejas carcelarias, de una ciudad incrustada en la selva tropical y de enormes barcos cruzando por la cintura de América, caigo en cuenta de la flexibilidad que da un trabajo remoto. ¡Estoy en otro país y no he gastado días de vacaciones!
Este escenario ha sido mi trabajo en los últimos dos años. En dos años no he tenido que establecer una rutina de viaje a una oficina. Mi oficina es donde encuentre internet, tenga mi computadora y un espacio para concentrarme. Esto significa una cosa: las temidas presas del Valle Central de Costa Rica que infunden estrés, ansiedad y desesperación a casi todos los transeúntes de esta desordenada ciudad, no tienen mayor impacto en mi diario vivir. Tan sólo esto ya es mucho decir.
Por si faltara más, este trabajo remoto también me ha permitido trabajar desde lugares fuera de mi casa de residencia como Monteverde, Nicoya, Palo Verde, Sarapiquí, San Vito, Cartago, o Heredia, entre otros.
¿En qué consiste mi trabajo?
Mi trabajo consiste en ayudar organizaciones a innovar usando datos, dentro de este nuevo y llamativo campo que es la ciencia de datos. Algunas de las herramientas que uso mayoritariamente en mi día a día son R, RStudio, git, un sistema de video llamadas zoom y nuestro propio producto ixplorer.
Tengo un escritorio, una laptop, una pantalla, un mouse ergonómico y un teclado mecánico. Mi día empieza revisando correo, revisando el calendario y luego tiquetes de incidentes dentro de nuestro ixplorer para saber en qué empezar a trabajar.
Dentro de mi equipo tenemos reuniones al inicio y al final de la semana. Al inicio de la semana repasamos los principales proyectos y objetivos por alcanzar en esa semana en específico. Se establecen prioridades y comunicamos si necesitamos ayuda en algún aspecto uno del otro.
Al final de la semana la reunión consiste en hacer un resumen de las actividades que ocurrieron para que todos nos enteremos qué está pasando en la empresa. Es una buena forma de involucrarnos y hacernos partícipes en la toma de decisiones en los proyectos.
Estas dos reuniones no son las únicas. Durante la semana hacemos videollamadas entre nosotros cuando tenemos dudas sobre cómo hacer código, sobre toma de desiciones o bien sobre temas que tratamos con clientes.
Al ser la ciencia de datos un campo tan nuevo, muchos de los clientes necesitan apoyo no sólamente en su proyecto de datos, sino con capacitaciones y entrenamiento hacia sus colaboradores. Por ende mi trabajo también consiste en enseñar a otros cómo usar herramientas y cómo organizar proyectos en ciencia de datos.
El reto de enseñar trabajando de manera remota es ese: enseñar a través de una videollamada. Si bien podemos compartir pantalla, mostrar código, hacer esquemas en las pantallas de los participantes y comunicar con facilidad qué hace qué línea de código; no deja de hacerme falta el ver las expresiones de los demás para darme cuenta si van bien o necesitan una segunda explicación.
Paros de taxistas, huelgas, arreglos de calles, horas pico…
El desorden y colapso de nuestro sistema de transporte es un tema que lleva ya demasiado tiempo en el Valle Central. Inclusive parece irse extendiendo a zonas ubicadas fuera del gran área metropolitana generando un mayor caos.
La falta de planificación en nuestras ciudades ha generado que muchas personas deban de moverse de extremo a extremo del Valle Central, colapsando vías ya de por sí poco funcionales para atender la demanda actual.
La falta de un transporte eficiente de autobuses, la necesidad imperante de un tren con mayor capacidad y la falta de acciones que ordenen la movilidad urbana, provocan que los costarricenses del Valle Central pierdan calidad de vida al gastar muchas horas al mes sumidos en presas y el caos vial.
Ya lo han dicho antes: una solución es sacar gente de ese colapso vial; y para sacar a la gente de ahí se deben dar condiciones para trabajar remoto. Hoy en día las herramientas para trabajar remoto son bastantes buenas. Los sistemas de video llamadas han mejorado mucho, la conectividad a internet es muy buena, sistemas de computación tiene cada vez mayor capacidad y precios más bajos.
Las condiciones para hacer trabajo remoto están. Muchos puestos de trabajo de oficina pueden ser efectuados desde la casa de vivienda de los colaboradores. La presencia física no es imprescindible todo el tiempo. Con algo de organización y planificicación, el trabajo remoto puede fluir de una manera muy amena en las diferentes organizaciones.
Comunicación, comunicación, comunicación
Este ha sido uno de los puntos en que creo haber aprendido más. Si ya la comunicación es difícil estando físicamente presente con otras personas, ahora a través de una pantalla o bien a través de mensajes y correos, la dificultad se triplica.
Desde que inicié con ixpantia, el tema de la comunicación ha sido un proceso de mejora continua en donde nos preguntamos de manera muy regular cómo podemos mejorar entre nosotros para dar mensajes de manera más clara y ojalá más precisa.
Creo que como costarricenses estamos acostumbrados a ser algo vagos cuando nos comunicamos y nos referimos a objetos no por su nombre específico, sino que recurrimos a palabras muy generalistas como “ese coso”, “el otro día, “por ahí”, “está en algún lugar”, “chunche”; palabras o expresiones que no permiten comunicar de manera clara y precisa y que terminan provocando que gastemos más tiempo.
Por ende, hacer esfuerzos en pro de una comunicación más precisa y eficiente es básico para que podamos desarrollar un flujo de trabajo remoto más ameno. No olvidar también la empatía y comprensión para que todo el entorno sea agradable entre los compañeros de trabajo.
O sea mae, ¿usted se la tira riquísimo en la casa?
Una de las frases más frecuentes que me dicen cuando estoy explicando mi trabajo. Una expresión seria precede mi respuesta: No.
Existen dos culturas de trabajo: una en donde se hace lo que vaya surgiendo sin planificación alguna (y por ende todos parecen estar ocupados) y otra donde se planifica y se tienen claros cuáles son las tareas y prioridades.
Afortunadamente en mi equipo de trabajo hacemos esfuerzos por planificar lo mejor posible nuestras semanas de trabajo, tanto para no exceder las cargas de trabajo de cada uno de los miembros del equipo como para no estar “corriendo todos detrás de la bola”.
Esto crea un ambiente donde todos saben qué es lo que tienen que hacer, un ambiente donde se respetan espacios de trabajo y se tiene claro cuando y hasta donde delegamos tareas. También cuando pedir ayuda (algo que me ha costado aprender).
A pesar de esta planificación y el esfuerzo que realizamos por tener claro prioridades y objetivos semana por semana, un campo como la ciencia de datos implica un esfuerzo de más: todos los días hay que aprender, leer, informarse y practicar.
Campos de tecnología evolucionan a un ritmo muy acelerado y para responder a nuevas demandas necesitamos capacitarnos y estar dispuestos a dar la milla extra cuando las herramientas, procesos y prácticas cambian. Por ende también en nuestro día a día tenemos reuniones de revisión de código, para responder dudas que se acumulan durante el trabajo al usar paquetes y metodologías para analizar datos.
Por otro lado organizamos eventos con la comunidad de datos a través de DataLatam. Esto nos permite aprender, compartir experiencias y enseñar lo que hemos ido aprendiendo en el camino.
Un ejemplo es uno de nuestros últimos cursos profesionales (al día de la publicación de este blog) sobre Dashboards Interactivos con Shiny en donde logramos compartir con personas que venían de la academia y empresas privadas del sector de servicios.
Consejos para trabajar remoto y no morir en el intento
¿Podemos trabajar todos de manera remota? ¡No! Hay personas que conozco que para concentrarse, para entrar en “modo trabajo” necesitan el hábito de trasladarse, de entrar a espacios que relacionamos con oficinas.
Hay otras personas (como yo) que bien podemos trabajar y concentrarnos en otro tipo de espacios y no necesitamos tener “jefes” o figuras de autoridad cerca para trabajar. Sin embargo, hay momentos en que nuestro cerebro nos puede jugar malas pasadas y la facilidad de la distracción está a la vuelta de una pestaña en el navegador.
¿Cómo no distraerse fácilmente?
Conforme pasan los días trabajando, me he dado cuenta que tengo picos de productividad en el día. Por lo general son después de haber almorzado (no tengo sensación de hambre) y el ritual lo activo lavandome los dientes (sí, a mi también me parece extraño), seguido de poner a calentar agua y chorrear café.
Justo después de eso, cuando estoy frente al monitor, con mi taza de café al lado, siendo alrededor de las 13:30 y con música de lofi (la música puede variar pero no tiene que tener letras) puedo tener periodos de concetración altos.
Estos son momentos que puedo aprovechar para resolver incidentes de paquetes en los que trabajamos, en código para analizar datos de clientes o cualquier tarea que implique segmentos largos sin distracciones para llevar a cabo objetivos.
Hay días en que es difícil concentrarse y la tentación de revisar páginas, el twitter y nada que sea relacionado a una tarea con código es alta. Para estos casos uso la técnica del pomodoro. Me pongo 30 minutos en que no puedo hacer otra cosa más que trabajar en la tarea que tenga mayor prioridad en ese momento. Dos rondas de estas bastan para activar el modo concentración en el cerebro.
Burnout
¿Si me he sentido “quemado”? Sí. No en un extremo de los casos que se pueden leer en algunas páginas en internet, pero sí he tenido seguidillas de días en los que no quiero ver más en mi vida la computadora. Esta sensación de cansancio que no se va, de andar con sueño todo el día, de no poder concentrarse y de ser menos productivo la he experimentado.
Es en esos momentos donde hay que pensar en los hábitos que se tienen para identificar las causas. En mi caso esos días los experimento si durante la semana, al terminar mi jornada de trabajo con ixpantia, sigo en otros proyectos personales que involucran seguir trabajando con las mismas herramientas para analizar datos o bien aprender cosas nuevas. O bien si durante el fin de semana continúo con la misma rutina de los días entre semana: pasando el día frente a la computadora.
Para evitarlo me obligo a salir de la casa, a hacer ejercicio y realizar actividades diferentes que impliquen un cambio de entorno. Recordemos que tener el mismo espacio de trabajo por casa puede ser agotador si no delimitamos bien la rutina.
Cuerpo y posiciones
Esto es fundamental. Puede pasar desapercibido por algunos días, pero si la mayoría del tiempo mantenemos una mala postura, esto nos ocasionará problemas y dolores.
Dentro de lo que he tenido que hacer es levantar el monitor para que quede a la altura de mi vista, de esta manera no tengo que bajar la mirada que a la postre me lleva a tener el cuello hacia abajo. La espalda me ha costado corregirlo pero trato de tener una posición activa, es decir, no estar acostado en la silla, por el contrario sentarse de manera erguida y conciente de esto.
Por último, la solución a molestias en la muñeca ha sido dejar de usar el padmouse, y usar un mouse ergonómico. Así mismo cambio de mano el mouse de vez en cuando para no cargar una sola mano.
En mi caso también trato de ejercitarme lo más regularmente posible. Esto evita que conforme pasen los días me sienta aperezado, sin energía o con lo que llamo “el cuerpo flojo”.
Entonces, al final, ¿qué se necesita para trabajar remoto?
- Un equipo organizado: metas y prioridades claras.
- Saber dónde empieza y dónde termina una tarea.
- Saber delegar tareas y saber pedir ayuda.
- Delimitar tiempo de jornada laboral y de descanso en el mismo lugar donde se vive.
- Buena comunicación. (Nunca se termina de mejorar)
- Ser ordenado.
- Hacer ejercicio o alguna actividad física que implique salir de la casa.
- Saber construir hábitos positivos y eliminar hábitos negativos.